
LIMPIEZA GENERAL… ¡VAYA CAMBIO!
1. Una casa limpia ofrece un aspecto impecable. Si te da pereza la limpieza general de la casa, piensa que tu familia y tú sois los que más disfrutaréis del resultado. Es el momento de que todos colaboren, también los niños, si no son muy pequeños.
2. El primer paso es organizarse para evitar perder el tiempo. Revisa qué productos de limpieza te harán falta y no tienes. Si son demasiados y supone mucho gasto en este momento para ti, recurre a productos naturales como vinagre, sal y limón o el bicarbonato de sodio para limpiar; busca en internet trucos de limpieza con ellos. Aprovecha para ver si los trapos, fregonas, bayetas, cepillos, escobas, guantes, bolsa del aspirador… que has estado usando ya están para tirar y compra nuevos. Para reducir los viajes a la cocina buscando el producto de limpieza que necesitas y has olvidado, llévate todos los que necesites desde el principio a la habitación que vas a limpiar; puedes utilizar por ejemplo, una palangana grande o un cubo para transportarlos.
3. Haz una lista detallada de todas las tareas, habitación por habitación y ve señalando los objetivos cumplidos. Importante: márcate un plazo de tiempo para realizarlas, pero que sea razonable y realista. Ten en cuenta que las zonas que no se limpian a diario o con frecuencia son las que estarán más sucias, así que añade tiempo extra para esas zonas.
4. Deshazte de los trastos y cosas en desuso. Seguro que hay todo tipo de cosas, y en todas las habitaciones de la casa, que ya no usas. Separa lo que sí puede ser útil para otros y dónalo.