Limpieza de muebles y textiles

1. Infórmate antes de utilizar los productos.

Antes de usar e incluso destapar un producto de desinfección, asegúrate de leer la etiqueta del envase y de seguir las indicaciones. Esto evitará resultados inesperados y aprovecharás al máximo los productos.

2. Utiliza siempre guantes.

Y si son desechables, mejor. Es importante usar guantes adecuados si vas a utilizar productos químicos para limpiar y desinfectar. En algunos casos, podríamos necesitar equipo de protección personal (EPP) según los productos que vayamos a emplear y el lugar donde vayamos a usarlos.

3. Usa protección para la piel y los ojos.

En desafortunadas ocasiones podemos sufrir salpicaduras peligrosas que pueden causarnos heridas y quemaduras en la piel y en los ojos. Como dice el dicho, mejor prevenir que curar.

4. Garantiza una ventilación adecuada.

Ventilar los espacios cerrados mientras desinfectas es importante si estás empleando productos tóxicos, ya que inhalarlos puede causar accidentes. Además, es aconsejable para sanear el aire, limpiar los malos olores y evitar la presencia de hongos y bacterias.

5. No mezcles productos sin conocimientos.

Los vapores de algunos productos pueden ser tóxicos y traer graves consecuencias para la salud. Nunca se debe mezclar la lejía, ni ningún otro producto, con amoniaco, salfumán, alcohol, blanqueador con cloro, vinagre u otra sustancia que pueda producir gases peligrosos.

6. Ten precaución con las personas alérgicas, sensibles y con problemas respiratorios.

Existen ciertos productos que producen reacciones alérgicas y personas que tienen cierta intolerancia a algunas sustancias tóxicas que pueden afectar a su salud. Antes de utilizarlos, asegúrate de que no hay personas que puedan verse afectadas por el uso de algunos productos.

7. No utilices libremente la lejía.

La lejía (hipoclorito de sodio) se puede utilizar puro o diluido dependiendo, por ejemplo, de la estancia y el mobiliario. Las proporciones pueden variar notablemente. Una de las proporciones más frecuentes es 1:50. Es decir, una parte de lejía por cada 50 de agua. Recuerda no mezclar la lejía con otros productos y diluirla en agua fría, no en agua caliente.

8. Cada empresa requiere de un producto específico.

No es lo mismo desinfectar una empresa de cárnicas, que un negocio de mecánica, un establecimiento de cara al público, una oficina, etc. Un producto es como una herramienta y como sucede con las herramientas, no todos los productos por útiles y potentes que sean son adecuados para el mismo material. Si utilizamos un producto inadecuado podemos incluso dañar el material. No usaremos el mismo producto para desinfectar un sillón de piel que para una pantalla de LED, al igual que un suelo de madera necesitará un producto distinto que un suelo de mármol.

9. Proporciona información sobre los protocolos específicos para cada industria.

Si eres una empresa de servicios integrales de limpieza o mantenimiento, es conveniente que informes tanto a los clientes como a los empleados de los protocolos que hay que seguir.

10. Asegúrate de lavarte las manos antes y después de cada servicio.

Ahora más que nunca, es necesario el uso de geles hidroalcohólicos y jabón de manos tanto en la entrada como en los puestos de trabajo para clientes y personal.